En los últimos años, la iluminación LED ha sido (y es) protagonista indiscutible de la Navidad. Ya no es solo por reemplazar prácticamente todas las luces tradicionales, sino porque ofrece un abanico de posibilidades que antes eran solo una ilusión. Y es que, cuando llega la Navidad, siempre trae con ella una magia especial en el ambiente. Las calles se llenan de luz y color, todo recoge un brillo cálido que solo aparece una vez al año y que, de alguna manera, hace que todo sea más acogedor.
Las luces LED son más nítidas, más intensas y permiten jugar con colores y efectos que convierten cualquier rincón en un lugar muy especial.
Una preocupación menos
Mientras que antes nos preocupábamos por bombillas que se fundían, el calor que generaban y el gran consumo eléctrico, ahora con la tecnología LED podemos mantener encendida la decoración durante horas sin sobresaltos. Su eficiencia energética hace que podamos disfrutar de una casa iluminada toda la tarde o toda la noche sin que el contador se dispare.
Manera de darle vida a tu hogar
Si algo caracteriza a las tiras LED es su capacidad para integrarse en casa sin imponer demasiado. Su flexibilidad, su delgadez y la variedad de tonalidades y efectos que hacen pueden adaptarse a cualquier superficie o estructura.
1. Si quieres dar una iluminación acogedora en el salón, se pueden usar tiras LED de 12V de luz cálida (3.000ºK), colocándolas detrás del sofá o bajo los muebles, por ejemplo, dando un suave resplandor que envuelve la estancia sin disimular.
2. En escaleras o pasillos, optaríamos por tiras de 24V de luz cálida también y 7W en adelante, ya que permiten cubrir tramos más largos sin que una caída de tensión afecte al brillo. Colocarlas bajo los peldaños o a lo largo del rodapié crea un camino luminoso, elegante y seguro, un ambiente que para la época de Navidad queda estupendo.
Una Navidad que brilla aun más
Al final, las tiras LED iluminan al mismo tiempo que cuentan una historia: la de cada hogar, la de cada familia y haciendo cada Navidad diferente. Pequeñas líneas que, bien colocadas, pueden transformar lo cotidiano en extraordinario, dando vida a rincones que antes pasabas de largo.
La iluminación LED nos recuerda estas navidades que la verdadera magia no está en lo recargado, sino en los pequeños detalles que se crean en el ambiente.